como unos ojos sin ceremonia
ato a esta sonda un lugar sin fondo
un remolino de audios
o el limbo exactamente ubicado
como la fortuna
es solo el diamante de los cometas
la imagen evaporará el sentido
y constelaciones como golpes esculpen el ruido donde
asumo que escucho a alguien
aunque la nieve solo golpea el metal de la cápsula
es ella una grabación reconstruida
en un lugar de tus afectos
una aleación cósmica mintiendo
con su jardín de paradojas ¿alguien dormita afuera?
lejos de casa la promesa de una puerta
es una tentación a la calma
¿dónde están las herramientas y por qué mis pasos
acaban en algún lugar siempre
por las voces del espacio delimitadas?
y ese arbusto de la infancia
como unos ojos sin retroceso
a esta frescura le ato una carga de sospecha
y a esta casa parpadeante como las nubes
lo líquido del lago al recibir un meteoro:
toco el holograma y siento los dedos romper
ese falso recuerdo
es posible que en esta cápsula
no exista un mensaje posible
como tampoco un destinatario tranquilo
escucha el ritmo y solo
escucharás tu estómago y la voz irresuelta
rebotando sin hacer una pregunta o un prójimo
al que ames una mañana
envuelto de párpados pero tu cuerpo
no es una cápsula posible es
un puñado de blandura
y lo que de aquí en adelante vaya a atravesarte
te destruirá por completo
no una profecía, un reporte médico
de ojos para lo que ya no es brillante,
un certificado como una copia de la copia
el prójimo es una sombra espacial:
mira sus botas desaparecer mientras escarbaban
los restos solares sobre tu pecho
como un mensaje que espero que leas como una ofrenda que espero
resista la faz de lo que te compone
lo que sea que te componga adonde sea que te dirijas
a quien sea que no conoces montado sobre una estrella
como sobre un árbol de pereza
voy a escribirte así la novela del hombre contando sus cabellos
en una cápsula de aleaciones
de metales cuyos nombres son ilegibles
para los hombres que vinieron y los que vendrán desprecien
mi imagen simple en el disco dorado
el aluminio sobre los hombros
voy a escribir un sol que luzca invisible en tus pupilas
y esperaré la intermitencia como los viejos
códigos de conocerse y acercar
de partir y reconocer un trozo de uno perdido en lo ajeno
no hay signos en el cielo, solo opacidad de nubes
y praderas cósmicas donde el sonido ha llegado por fin
es mentira que una clave nueva se desengrane
y los fluidos de la vejez envuelven mi canción
como si mi casa volara todavía sobre las cabezas
de meteoritos y alfombras de cometas
repetidos en un laberinto
que es una clonación absurda
de mis cantos, coronando una escultura posible
o un eco
como algo bruto e impertinente ha sido siempre
el origen de la música
como un mensaje que lanzo en demasía como una vida que extraigo
para colocarla en frente de
quienquiera que seas, si conoces el rastro si tu voz puede encenderse más fuerte que las certezas
o posees finalmente ojos del color que la vista necesita
en algún lugar, lejanamente feliz allí
los auspicios se silencian la multitud queda y un intercambio
donde leña a leña te encuentra todavía
como un asir impecable de los versos
o unas palabras halladas en una playa que una dulzura distante
ilumine después de siglos
y si el mensaje no vira hacia su emisión original
es probable que la cápsula desespere
imagina flotar, es un símil de imagina
aburrirte
indefinidamente o imagina
a los hijos de tus hijos somnolientos en tubos
pero no hay palabras y los que hablaban
siguen hablando dentro de ellos mismos
y si el mensaje no carga, si las luces de recepción
no encienden estos tubos conectados
directamente a mi cerebro,
algo gritará obviamente a la sequía
la persigue la desesperación y los espejismos
me encontrarán y la fuerza
ejercerá su dominio
las luces se ajustarán a las tuercas
y la marcha no logrará
roer mi sangre
este grito apagado como el de alguien que repite
la linealidad de un tono para completar su esqueleto
¿puedes escuchar corazón un pedazo
de esto? O puedes reverberar en tu mágica aula así sea una pequeña voz
qué ingenua la espera del que lanza la botella cósmica
con un mensaje que no es un mensaje como un auxilio no es una carta de amor
sino dependencia pero no ha sido siempre así acaso,
un mamífero desesperado sobre un cúmulo de rocas
y si el amor no alcanza tu mensaje seremos serenos
en esperarte en un espacio
lo peor que podrías hacer es venir y desgarrar el tiempo
con esa criminalidad brusca de los amos del hielo
es una pista: quien te mire a los ojos
penetra en ti quien penetre en ti
tendrá de ti lo más preciado
una cápsula que tintinea y ha perdido todo
anteriormente, es una broma como podría ser
una lección
pero ya que el recuerdo de tus manos existe déjame contar
el vacío de su obra y el despertar absurdo
en una cápsula sobre un planeta abandonado
con cada tesoro dentro del baúl de titanio
solitariamente cantando en un afán de melodía
sobre las estrellas solitariamente una canción que nadie
podría recordar
cuán orgulloso de armar una nave y cuán imprecisa
la maldad al tomar los timones
exhala para simular una presencia
tu cuerpo ha sido vaciado de la alegría del eco y
es esta una mansión como una tumba
de conejos azules
hablar en multitudes para atraerte esconder las heridas del fuselaje para
dar una buena sonda quienquiera que seas y hayas tomado
un puñado desesperado de este mensaje o por error contengas una rima
inadecuada ten en ti una oración
o una queja o una ira grande como las que encendieron
el cielo que desalojas
pero si llegaras, apenas a una frase
como el dedo sobre esos antiguos pianos esos manuales de amor
y presencia, pero si llegaras una luz de repente
en el brote del pulmón como en el diente del diente
arribado de vientos todavía
sin la vergüenza de amar, transmitida
la emisión única es el
fin de los tiempos
o una antigua mañana de movimiento
donde las casas se llenaban de pájaros
¿qué son los pájaros? ¿qué
son las flores?
mi memoria solo conoce el holograma
en esta cápsula conteniendo el eon
de épocas
siempre ficticias, y manos saturadas por
música de fábricas
para la diversión en un lugar fuera
de las horas
donde la debilidad de su creación
me repite como un cáncer
¿era esta la música celeste de los sabios?
¿ la expectativa de los que manejaron
nuestros saludos?
como si por fuera el aliento solo divagara
mi tránsito es una colisión de meteoritos
ten el oro de los planetas o nuevamente
la purpurina espacial
como una novela sin héroe el rastro de una futura
constelación es un aroma de pérdida
o ese fantasma de pronto en un holograma de hermano
¿ha sido esta pastilla
la desaparición de tu amor?
pero si llegaras, como una sonda futura a hacer el tiempo
una flecha que direcciona el aire y los días pero si llegaras
de vida a hacer día del día y de vida llegaras
a notar, un párpado ligero retozando
sobre un párpado más pequeño y de luz ciego
tal vez miraras un poco más o tal vez esquivaras
certificados asteroides, certificados
dolores y quién rimaría? sino solamente
los amados transformadores de la materia
Agosto de 2020/ Roberto Valdivia/ Perú
Sobre el autor
Roberto Valdivia es un poeta peruano, fundador del movimiento poético virtual sub25, y actual director del sitio web del mismo colectivo, donde se publican periódicamente reseñas y comentarios en torno a la poética posmoderna.